True Blood

NO ES OTRA ESTÚPIDA HISTORIA DE VAMPIROS

Una compañía japonesa ha descubierto la forma de fabricar y envasar sangre como si fuera algún tipo de refresco. Ahora los vampiros no necesitan de los hombres para alimentarse y pueden mostrarse el público y relacionarse con... ¿normalidad?

Antes de empezar a ver la serie te puede echar para atrás la temática: Vampiros. Superar eso en los tiempos que corren es toda una hazaña si miramos lo que este género nos ha dado en los últimos años, tanto en cine como en televisión. Pero en este caso, si le concedes el beneficio de la duda no lo vas a lamentar.

La historia gira en torno a Sookie Stackhouse, una joven sureña un tanto 'especial' que nos adentra en este universo paralelo presentado por Alan Ball. La historia, inicialmente adaptada de la serie de libros de Charlaine Harris: Sookie Stackhouse (Southern Vampire Mysteries), cada vez se aleja más de la trama original hasta que únicamente ambas coinciden en los personajes que las pueblan.

A lo largo de True Blood aparecerán variopintas criaturas y seres fantásticos de toda clase (uno de los muchos misterios y encantos de la serie). Pero por dispares que sean, todos los personajes tienen un nexo de unión, el sufrimiento, y algo que los diferencia: la manera en lo que lo afrontan y que define sus personalidades. Sin lugar a dudas, el elenco es uno de los puntos más fuertes de la serie.

Narrada de una forma que recuerda a Las mil y una noches (el final del episodio contiene el momento de mayor tensión, lo que hace desear más), resalta en la creación de Alan Ball la cuidada personalidad de cada uno de los protagonistas, a los que se va conociendo y comprendiendo según se desgranan los capítulos... En especial la de Sookie. Ningún principal había creado antes esta controversia. Como a ella, a True Blood la detestarás o acabarás amándola.

Ficha técnica

Título original: True Blood.
Creador: Alan Ball.
Reparto: Anna Paquin, Stephen Moyer, Sam Trammell, Ryan Kwanten, Rutina Wesley, Nelsan Ellis, Chris Bauer, Carrie Preston.
Duración: 1 hora.
Género: Ciencia ficción, fantástico.


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